En la Primera parte de este tema Tres Esferas del Carácter tocamos la primera esfera y fue acerca de lo que sucede fuera de mi.
La Segunda esfera que tocaremos hoy es sobre:
LO QUE HA SUCEDIDO DENTRO DE MI.
Si nuestra visión está centrada en lo que vemos que sucede fuera de nosotros solo contemplaremos una lista de desgracias capaz de hacernos auto-destruir.
Lo más importante es lo que sucede dentro de nosotros, porque por eso podremos mirar más allá de las circunstancias. Por eso Pablo escribió a los Efesios de esta manera:
“Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser”. Efésios 3:14,15
Para ser ahogado por los problemas de la vida y los conflictos no hay que hacer nada, solo quedarse que los problemas como el agua se encargan de entrar por cualquier abertura. Para poner los problemas en la perspectiva correcta necesitamos al Espíritu Santo. En esta esfera desarollo:
UN NUEVO ENFOQUE DE LOS PROBLEMAS.
Cada situación difícil jamás debe quitar el gozo y la alegría. Cuando enfoco mi mirada interna hacia el lado saludable del conflicto eso produce alegría interna, la alegría interna no es conmovida por las cosas externas, Pablo habla acá de una alegría que va en aumento.
EL segundo elemento que desarrollo es esta esfera es:
UN NUEVO ENFOQUE DE LA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS.
Pablo acá enfoca la solución en elementos vitales.
• La solución viene de la Oración y el Espíritu Santo.
• La solución siempre traerá liberación…no atadura.
• La solución no traerá vergüenza alguna.
• La solución no importa cuál sea traerá exaltación de Cristo
En tercer lugar obtengo:
UN NUEVO ENFOQUE POSIBILIDADES.
Lo que sucede dentro de nosotros nos lleva en última instancia a mirar más allá de los conflictos. Mirar a la eternidad como el camino final o más acá de la eternidad como el inmediato. Pero esta mirada esta más allá de los problemas.
No es extraño encontrar personas sin una razón para vivir.Se limitan simplemente a existir hasta que ya no pueden aguantar mas, o llenan su vacía desesperanza con ocupaciones carentes de sentido. Cristo es para Pablo la razón de su vida porque es el Señor. Es realmente la razón nuestra?
Serafín Contreras Galeano comparte este la Segunda Parte de este estudio: “Las Tres Esferas Del Carácter”. Has clic acá abajo para ir al vídeo:
Nuestro carácter o estado interno se demuestra a través de 3 esferas. El Apóstol Pablo nos habla de esas esferas en la Epístola a Los Filipenses.
Esta es la Segunda Parte de una serie de Tres con el Dr. Serafín Contreras Galeano
Para más recursos en audio, video o artículos escritos visite
www.serafincontreras.com
No me canso de recibir sus correos, sin duda llenos de energía espiritual que proviene de nuestro dador de vida; que poniéndolos en práctica en nuestra vida diaria, es como si nuestra carga pesada se le llevaran muy lejos y solo nos queda la soportable; por que la carga es ligera si proviene de nuestro padre Dios.
Muchas gracias por esta información de vida.
Hermano pastor gracias a Dios por la sabiduría que le a impartido es una bendición escuchar sus mensajes deseo hablar personal mente con usted y conocer de cerca a ud.y su esposa .Bendiciones pastor.
bendiciones
Nada mas gratificante que recibir el gozo del Esp. Santo, gracias Dios Todopoderso por alimentarnos dia a dia por este medio atraves de tu siervo, Serafin Contreras .
Bendiciones para el siervo del Senor y para todos los que disfrutamos de Su Palabra.
Que sean muchos mas los que despiertan a Cristo para que todos juntos adoremos al Dios de dioses y Senor de senores.
Gracias doy al Dios Todopoderoso Fuente de Sabiduria que se complace en hacernos llegar Su Palabra a traves de su siervo, Serafin Contreras G.
Tanto, tanto nos amas Senor que estas siempre haciendonos comprender que nuestras teibulaciones no son en vano, sino que atravez de ellas y con el enfoque nuevo del Espiritu Santo todo se convierte en gozo.
Gracias Dios amado, gracias…