Relaciones Familiares. La familia es un regalo de Dios. Su valor es incalculable. Lo primero que Dios hizo en la Creación en el rango social, fue la familia.
Despues de crear la Familia, la Biblia dice en el libro de Génesis que la bendijó y luego les dijó. En cada uno de estos procesos, el amor divino prevaleció y continua existiendo alrededor de la Familia.
Los seres humanos ponemos las cosas, los planes, la fama, el dinero, los amigos o aún la Iglesia por encima de la familia. Las prioridades divinas no han cambiado. Primero es Dios, luego la persona como individuo y en tercer lugar la Familia. Lo demás necesita ir en su lugar pero luego de la familia.
Cuando cambiamos las prioridades divinas perdemos el primer amor y eso produce mucho dolor y quebranto.
“Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra”. Efesios 3:14,15
Serafín Contreras Galeano y su esposa Alva comparten en este video la Primera Parte del Tema: Restaurando Relaciones Familiares En Perspectiva Divina”.
Una Perspectiva Divina.
La perspectiva divina es completamente distinta a la humana. La nuestra es limitada y a ajustada a nuestra cultura, sociedad y ambiente, pero la de Dios tiene unj enfoque de eternidad.
“Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.
Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor, porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido.
Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. Efesios 5:21-28