Familia, Adolescentes y Adicciones.
En las últimas semanas he recibido peticiones seguidas de padres de familia preocupados
porque notan que alguno de sus hijos adolescentes están cayendo en el uso de alcohol, sustancias químicas o Compulsividad sexual. La angustia de esos padres es evidente y muchos de ellos se preguntan: ¿Por qué?
Una madre cristiana me decía, no entiendo, si nuestra familia es cristiana, la conducta auto destructiva de mi hijo no se compagina con lo que le hemos enseñado.
Lamentablemente la mayoría de los padres en esa situación buscan las causas afuera de la familia y no se dan cuenta que hay altos factores dentro del seno de la familia que se convierten en disparadores de esas conductas.
Reflexionemos en algunos de estos factores, evaluemos nuestro ambiente de familia:
• ALTOS NIVELES DE STRESS FAMILIAR:
Puede ser demasiada presión familiar por obtener los altos niveles académicos del hijo, sin dejar que el oxígeno intelectual fluya.
• PRESIÓN PARA QUE EL HIJO LOGRE ÉXITO DEPORTIVO O ATLÉTICO.
El deporte se convierte en este caso en un factor de stress que el adolescente no puede manejar.
• STRESS ORIGINADO POR RECURRENTES CONFLICTOS DE FAMILIA.
Los conflictos son buenos cuando lo resolvemos, pero cuando no, son elementos de alto desgaste y los niños y adolescentes lo sufren internamente.
• POBRE COMUNICACIÓN:
La comunicación en básica, sencilla, muy superficial, no hay ambiente para expresar sentimientos y menos luchas internas o sueños.
• ESTRATEGIAS POBRES DE DISCIPLINA:
Excesivo castigo, muchas reglas. El castigo se orienta en lo que hizo y quién lo hizo. La educación se orienta al manejo del presente y proyección de futuro. En caso contrario se encuentra la demasiada permisividad. No hay un equilibro que mantiene saludable la genuina disciplina educativa y redentora. El niño y adolescente no fue estimulado a entender que cada decisión buena o mala lleva inherente una consecuencia que solo él o ella deben asumir.
• SEPARACIÓN Y DIVORCIO:
Si algo afecta profundamente tanto cerebral, espiritual y emocionalmente a un niño y adolescente es este factor. Es una herida en el alma.
• MUERTE DE UN FAMILIAR O PERSONA MUY SIGNIFICATIVA:
Es una grieta interna cuando el adolescente tiene que enfrentar esa pérdida relacional.
• PRISIÓN DE UN FAMILIAR:
Ya sea por causas justas o injustas este factor se puede convertir en un disparador para buscar alivio en sexo, alcohol o sustancias químicas.
• DEBILITAMIENTO DE ACTIVIDADES FAMILIARES:
Es vital para el niño y adolescente el incremento de actividades familiares como juegos de mesa, ir juntos a ver a un miembro de familia en una competencia deportiva, un concierto, pláticas dinámicas de familia, ver películas que producen risa o documentales, actividades espirituales de oración, acampar, pescar o cocinar, etc.
• AUSENCIA DE TOQUE FÍSICO, PALABRAS EMOTIVAS, RECONOMIENTO DE LOGROS O ÁNIMO EN MEDIO DE FRACASOS.
Muchos de nuestros niños y adolescentes tienen “hambre de piel” el toque físico, otros tienen bancarrota emocional. Viven en un ambiente de “frialdad emocional”
Nuestros niños y adolescentes no quieren caer en los pozos adictivos, pero no saben manejar estos factores y acuden a los procesos adictivos como una anestesia para bajar los niveles de dolor interno, pero cuando el dolor regresa, llega con mayor intensidad y ellos buscarán mayor nivel adictivo.
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CONDUCTA ADICTIVA EN ALGÚN MIEMBRO DE FAMILIA
Ya sea el padre, la madre u otro miembro de familia que vive en el mismo techo se ha convertido en un maestro constante silencioso que da lecciones con su conducta a los adolescentes que conviven.
- AUSENCIA DE UNA GENUINA ESPIRITUALIDAD EN EL HOGAR.
No me refiero acá a que la familia vaya a una iglesia o sean activos, me refiero a una espiritualidad que fluye desde los padres hasta el último de los hijos a quienes se les ha enseñado que la parte espiritual del individuo es la médula central . Es demostrado en el amor, respeto hacía Dios que hace vibrar el espíritu humano, a través de la oración, Lectura de la Palabra la meditación y otras disciplinas espirituales.
Tiempo De Reflexionar
Es tiempo de revisar nuestro ambiente de familia y alinearlo al propósito divino. Dios hizo la familia para que fuera el lugar más seguro en la tierra, pero por nuestra negligencia se ha convertido en el sitio más inseguro para nuestros hijos y adolescentes.
“Cuando Jesús tenía doce años, asistieron al festival como siempre….Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente”. Lucas 2:42,52
Es tiempo de tomar una nueva decisión por amor a Dios y a la generación futura.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
Profesional Pastoral En Adicción Sexual. PSAP 2013-1666
Certificado por Instituto Profesional Internacional del Trauma Y Adicción. USA:
Certificado en Adicción de Adolescentes. Light Universitario. AACC.
Miembro de la Asociación Americana De Consejeros Cristianos.
Para Consejería o Mentoría escriba a: serafin@contrerasg.com
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