Ben Carson, uno de los neurocirujanos más
famosos del mundo, afirmó que durante su carrera, fue Dios quien le guió
a realizar operaciones de alto riesgo. “Puedo decir, que Dios es el
mejor cirujano”, dijo.
Actualmente, Carson es el Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de los
Estados Unidos, pero cuando ejercía su profesión como médico cirujano,
salvó la vida de muchos niños con condiciones de salud muy complejas.
Dios Sorprende
El célebre médico fue pionero en
procedimientos que nunca se habían realizado con éxito, y ayudó a abrir
nuevos caminos en la neurociencia.
En una entrevista en el programa Pure Talk, Carson contó cómo Dios le
sorprendió y cambió su percepción. “Descubrí muy temprano en mi
carrera que Dios era el mejor neurocirujano“, dijo.
Tumor Inoperable
Carson contó el caso milagroso de un niño que
tenía un tumor cerebral inoperable. El médico recuerda que los padres
del niño tenían “gran fe en Dios” y creían que Dios lo
curaría, pero él tenía poca confianza de que la cirugía pudiera ayudar.
“Ellos tenían gran fe y dijeron: “El Señor nos ha enviado aquí”.
Pero yo tenía que decirles que no se podía hacer nada en ese caso”.
Después de mucha insistencia de los padres, Carson acabó operando al niño,
removiendo la mayor cantidad posible del tumor. Más tarde, conversó con
los padres y lamentó que no pudiera quitar todo. Esto significaba que el
riesgo de muerte era inminente.
La Fe De Ls Padres
Los padres no perdieron la esperanza, orando y
creyendo que Dios sanaría a su hijo. Aquella fe inquebrantable
sorprendió Carson. “Nunca había visto personas con ese tipo de fe, esperando
que el niño se recuperara a pesar de todo“, destaca el neurocirujano.
Milagrosamente el niño comenzó a mejorar. Después de realizar más exámenes,
Carson vio que el tumor del niño ya no estaba ligado al tronco cerebral.
Decidió hacer otra cirugía y, para su sorpresa, logró quitar completamente
el tumor y salvar la vida del niño.
De MIlagro A Pastor
“Él salió del hospital, creció y hoy es un pastor“, revela Carson sobre el niño.
Esta sanación milagrosa fue tan impactante que un oncólogo, que no era religioso ,lo buscó e hizo una revelación que le impresionó: “Nunca creí en Dios, pero ahora sí“.
Mirando hacia atrás, Carson cree que ese momento fue una gran lección, pues él se consideraba como alguien muy capaz. Como médico ya había hecho con éxito muchas operaciones difíciles, pero la curación inesperada del niño le mostró que fue Dios quien lo guió“.
“Entonces dije: “Señor, a partir de ahora usted será el neurocirujano y yo seré el mejor médico”, dijo Carson.
Fuente: AcontecerCristiano.Net