Meditando sobre la idea que tiene Dios en mente acerca de la política, me imagine el siguiente cuadro. Un niño conversando con su padre luego de lograr salir de una calle llena de disturbios y barricadas, Guardias Nacionales armados hasta los dientes sin muestras de humanidad y jóvenes altivos lanzando piedras y quemando todo a su paso.
Aquel niño confundido y aturdido a su tierna edad por los acontecimientos presenciados de los que, finalmente junto a su padre, pudo salir a salvo; el niño le pregunta a su padre: “Padre, por qué sucede todo esto, qué piensa Dios, qué dice Dios de todo lo que está pasando en nuestro país”.
¿A favor De Quién?
El padre ‒sin tener idea de qué decir‒ en silencio y con las lágrimas en sus ojos, le hace un breve comentario sobre la Ilíada como para salir del paso y le dice: “lo que entiendo de los viejos mitos griegos de antaño, es que los dioses unas veces estaban a favor de los troyanos y otras a favor de los helenos hijito mío, es decir, unas veces apoyaban un bando y otras veces a otro; quién sabe hijo mío, si Dios juega con nosotros a ver quién resiste más”.
El niño consternado por la respuesta de su padre, busca a su madre que es creyente y le hace la misma pregunta; la madre le dice: “hijito mío, a veces ni los creyentes sabemos que responder…” Era obvio que el niño debía preguntarle al propio Dios.
Preguntando Al Cielo
Un par de días después, meditando sobre el asunto, miró al cielo y le dijo a Dios: “Diosito, qué piensas tú y a quien apoyas tú en este conflicto…” no había terminado de hablar y para sorpresa suya, Dios le respondió en voz audible:
“Hijito mío, yo estoy del lado de los justos, de aquellos que guardan mis mandamientos, de aquellos que me tienen reverencia y respeto, de aquellos que me honran y me aman y me buscan, hijito mío, sé que las personas no lo entienden con facilidad, el hecho de que yo sea eterno y vea las cosas más allá de una circunstancia; mi reino no es de este mundo.
Del Lado De Mi Hijo Jesús
Cuando me preguntan de qué lado estoy les replico que estoy del lado de mi Hijo Jesucristo a quien un día le daré el gobierno sobre todos los pueblos de la Tierra. Me duele mucho lo que sucede en el país. Pero no estoy del lado de ningún partido político, porque no soy latinoamericano, Yo Soy Dios, porque no soy marxista, Yo Soy Dios, porque no soy neoliberal ni burgués, Yo Soy Dios, no he mandado a nadie a tirar piedras ni generar el caos, Yo Soy Dios, ni tampoco estoy de acuerdo que se trate tan impunemente a los ciudadanos, Yo Soy Dios.
Si Buscan Mi Rostro
Si buscasen mi rostro, si me buscasen a mí, entonces yo haría de ellos una nación grande, pero buscan resolver sus asuntos por vías humanas que yo no les dije que hicieran, Yo Soy Dios. Cuando todo el país se ponga de acuerdo a buscarme, entonces yo estaré de parte de toda la nación, sin importarme que antes fueran oficialistas u opositores, porque Yo Soy Dios de todos los hombres y de todos los pueblos”.
El niño asombrado de la regia respuesta se arrodilló y dio gloria a Dios, y guardó en su corazón la esperanza de ver en la Tierra el gobierno del Hijo de Dios, Jesucristo, a quien pregona a los cuatro vientos desde aquel día como el verdadero mover político del reino de los cielos.
Master en Historia Javier Domínguez Moros.
Dominguez.moros.javier@gmail.com