Todo en la vida está conectado. La vida es eso. Sin conexión no hay supervivencia. Dios es de conexión, por ello no dejó solo al ser humano, aún cuando Adán y Eva se desconectaron de él. Dios busca al ser humano en su amor. Nos dió la familia como un grupo de conexión. Sin embargo, como familia estamos reptiendo conductas enfermizas que nos alejan.
Aislamiento
EL aislamiento es un síntoma inequívoco de querer desconectarnos. No querer perdonar y continuar rumiando nuestros dolores solo nos lleva a enctrar en un ciclo de ailsamiento y convirtiendonos en en exiliados espirituales y emocionales.
El Síndrome De Caín.
“Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo».
Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. El Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano Abel? —No lo sé —respondió—. ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?
¡Qué has hecho! —exclamó el Señor—. Desde la tierra, la sangre de tu hermano reclama justicia. Por eso, ahora quedarás bajo la maldición de la tierra, la cual ha abierto sus fauces para recibir la sangre de tu hermano, que tú has derramado. Cuando cultives la tierra, no te dará sus frutos, y en el mundo serás un fugitivo errante. —Este castigo es más de lo que puedo soportar —le dijo Caín al Señor—. Hoy me condenas al destierro, y nunca más podré estar en tu presencia. Andaré por el mundo errante como un fugitivo, y cualquiera que me encuentre me matará.