Usa Los Dones Que Dios Te Ha Dado.
¿Trabajas con jóvenes? Háblales de tu experiencia y tu sabiduría. ¿Trabajas en un hospital? Trata a tus pacientes como quisieras que te trataran en la mismas circunstancias. ¿Estas solo y deseas tener más amigos? Haz trabajo voluntario.
Usa los dones que Dios te ha dado y deja que tu corazón ilumine las vidas de otros.