A dos grupos de personas se les hizo la siguiente pregunta: ¿Qué es la riqueza?
Primer Grupo
El primer grupo contestó de la siguiente manera:
Arquitecto: Tener proyectos que me permitan ganar mucho dinero.
Ingeniero: Desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
Abogado: Tener muchos casos que dejen buenas ganancias y tener un BMW.
Médico: Tener muchos pacientes y poder comprar una casa grande y bonita.
Gerente: Tener la empresa en niveles de ganancia altos y crecientes.
Atleta: Ganar fama y reconocimiento mundial, para estar bien pagado.
Segundo Grupo
El segundo grupo contestó lo siguiente:
Preso de por vida: Caminar libre por las calles.
Ciego: Ver la luz del sol y a la gente que quiero.
Sordo: Escuchar el sonido del viento y cuando me hablan.
Mudo: Poder decir a las personas cuánto las amo.
Inválido: Correr en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal: Poder vivir un día más.
Huérfano: Poder tener a mi mamá, mi papá, mis hermanos, y mi familia.
No midas tu riqueza por el dinero que tienes, mide tu riqueza por aquellas cosas que no cambiarías por dinero.
Enviado por Hugo Echeverri T.
Perspectiva Amplia
El pensamiento de hoy nos ayuda a generar una perspectiva un poco más amplia de lo que llamamos riqueza. Nos deja comprender que nuestra perspectiva tiene sus raíces en nuestras circunstancias particulares y en las bendiciones que hemos recibido de parte de Dios, sea que lo reconozcamos o no.
Es evidente que a quien le falta algo importante, riqueza sería suplir esa necesidad con creces. Pero en cualquier caso e independientemente de a qué llamemos riqueza, no cabe duda de que siempre deberemos mirar al cielo y agradecerle a Dios por lo que hoy tenemos y al mismo tiempo pedirle suficiente gracia para enfrentar nuestras escaseces.
Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán